Integrar un sensor de ritmo cardíaco es fácil, hacer lo que ha hecho Apple no

Los rumores sobre futuros productos de Apple siempre son un arma de doble filo, por un lado nos ayudan a hacernos una idea aproximada de qué nos presentará la compañía en los próximos meses, aunque por el otro generan en muchas ocasiones unas expectativas que no se acaban correspondiendo con la realidad. Con el Apple Watch pasó más o menos eso que describo, especialmente en lo que a capacidades de monitoreo/seguimiento de nuestra salud se refiere.

Como ya sabréis los que hayáis seguido la evolución de la rumorología del Apple Watch desde el principio, medios tan prestigioso como el WSJ reportaron que el dispositivo incorporaría hasta 10 sensores avanzados de salud, con capacidades que iban desde medir los niveles de glucosa en sangre, pasando por la temperatura corporal, hasta los niveles de estrés.

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¿Qué ocurrió al final? Los supuestos sensores de salud del Apple Watch quedaron reducidos únicamente a uno: el sensor de ritmo cardíaco. Al parecer, aquellos rumores que nos habían hecho soñar no iban mal desencaminados, el problema habría surgido en la fase de prueba de la fiabilidad de los mismos en la que Apple se habría encontrado con demasiados problemas como para hacerlos viables, al menos en una primera versión del dispositivo.

Esto provocó un aluvión de críticas primero -al descubrir el único sensor relacionado con la salud- y después -al conocer que Apple habría dado marcha atrás en su propuesta inicial. Sin embargo, creo sinceramente que muchos están enfocando el tema de la forma equivocada. Debemos dejar de pensar en un sensor de ritmo cardíaco que tan sólo sirve para decirnos nuestras pulsaciones, y comenzar a pensar en una fuente capaz de aportarnos mucha más información sobre nuestro cuerpo de la que pensamos.

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¿Qué necesidad había de construir un sensor de ritmo cardíaco tan grande? Una pista: no ha sido al azar

Un rápido vistazo al tipo de sensores de ritmo cardíaco que incorpora la competencia nos sirve para darnos cuenta de que el del Apple Watch no es como los demás. El reloj de Apple incorpora una gran esfera de circonio con cuatro lentes protegidas por cristal de zafiro en las que se encuentran luces LED infrarrojos. Con suerte en la competencia encontramos uno o varios pequeños orificios que nos indica que ahí hay un sensor.

Por supuesto, Apple no ha construido un sensor de ritmo cardíaco de esas dimensiones porque sí, la compañía rige todos sus diseños por un criterio de funcionalidad, y hemos de tener claro que de no ser necesario no estaría ahí. Pero entonces, ¿por qué tiene esas dimensiones? ¿Por qué no hacerlo como todos los demás?

Muy simple, por la simple premisa de: si vamos a hacer algo único, al menos asegurémonos que funcione. Tan sólo hace falta darse un paseo por los diferentes foros de soporte de LG, Motorola o Samsung para ver la gran cantidad de críticas relacionadas con los sensores del dispositivo. «¿Por qué mi Moto 360 no lee el pulso correctamente?», «¿Por qué los resultados varían tanto de una prueba a otra?», «¿Por qué el sensor no me lee el pulso en función de cómo adapto el reloj?», son tan sólo un pequeño recopilatorio de lo que podemos encontrar.

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A falta de probarlo -y esto en tecnología supone jugársela bastante-, me atrevería a asegurar que el sensor del Apple Watch barre a toda la competencia en términos de precisión y fiabilidad. Además, hemos de tener en cuenta que nuestro pulso sirve para mucho más que para indicarnos simplemente a cuántas pulsaciones va nuestro corazón. Sirve para determinar los niveles de esfuerzo que realizamos al hacer ejercicio, nuestros niveles de estrés, la calidad de nuestro sueño y otra serie de factores más que, tened por seguros, el Apple Watch lo transformará en información útil.

Así que sí, el Apple Watch tan sólo tendrá un «sensor de ritmo cardíaco», pero tened seguro de que su rendimiento estará a años luz del resto. Y sí, quizá llegado el momento deba tragarme mis palabras -lo haré gustosamente-, pero tenga la sospecha de que todavía no conocemos toda la verdad que se esconden tras esas cuatro lentes.

Me encantaría conocer vuestras opiniones al respecto, ¡nos leemos en los comentarios!