Diversos usuarios informan de que el conector para cargar el Samsung Gear Live se rompe muy fácilmente
Android Wear ha supuesto toda una bocanada de aire fresco para los desarrolladores, quienes ahora ven la posibilidad de dar salida y promocionar de una forma diferente sus aplicaciones. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, pues el hardware primerizo que está acompañando a Android Wear parece no está a la altura de la nueva plataforma de Google y así lo demuestran los numerosos fallos que están teniendo estos smartwatch.
Quizá el más alarmante es el fallo que están sufriendo algunas unidades del Samsung Gear Live, el primer smartwatch de Samsung en incorporar Android Wear. Al parecer, diversos usuarios han alertado que el mecanismo que permite cargar el reloj está construido en una calidad pésima y ello provoca que comience a romperse tras varios ciclos de carga. Por supuesto, esto provoca que el Samsung Gear Live quede inservible una vez se ha acabado su batería.
Sin embargo, esto es tan sólo una parte de la historia, pues la verdadera pesadilla comienza cuando estos usuarios tratan de ponerse en contacto con el servicio de reparación de Samsung para que les solucionen el problema. La experiencia que relata Rory Glynn, especialista en Android de un conocido medio, es vergonzosa.
Tras sufrir el fallo del conector, Glynn se dispuso a contactar con Samsung a través del servicio online que ofrecen en su página web. Tras 20 minutos, fue desconectado del servicio en línea con la excusa de que ningún miembro del equipo de soporte estaba disponible. Tras esto se dirigió a Google, quienes ofrecen un «soporte limitado, reparaciones o reemplazos dentro de los EE.UU. (incluyendo gastos de envío) durante un año.»
La asistencia post-venta de los smartwatch Samsung demuestra su ineficiencia al ser incapaz de ofrecer una solución a los problemas del Gear Live
Aunque el empleado de Google se mostró más predispuesto que el soporte de Samsung, no puedo proporcionar una asistencia eficaz en relación al problema de hardware. De nuevo, se sugirió a Glynn que acudiera a Samsung, que en esta ocasión si pudo ser puesto en contacto con un operador real.
Llegados a este punto, los problemas volvieron a comenzar. El operador en cuestión no entendía el problema o el porqué Glynn no disponía de comprobante de compra. Finalmente, se creó un ticket de reparación y se le informó de que tendría que pagar el coste de la reparación si decidía enviar su smartwatch. La respuesta del desesperado experto en Google + fue: «así que sí…. muérete en un incendio Samsung».
Más usuarios del Gear Live han alertado de problemas similares, tanto de roturas en el conector como en el adaptador, aunque con tan pocos smartwatch en el mercado resulta difícil saber si se trata de un problema aislado o generalizado. Además, para aquellos que se pregunten por lo ridículo que lucen esta clase de dispositivos cuando se cargan, en la imagen superior tenéis una buena prueba.
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