Las ventas de relojes tradicionales llevan cayendo desde el tercer trimestre de 2013, ¿qué pasará ahora con el Apple Watch?

Cuando quedaban apenas algunas semanas para conocer el Apple Watch, las prensa filtró una frase que Jony Ive había dicho a sus empleados más cercanos: «Suiza está jodida». Con esta sentencia el actual vicepresidente de diseño de Apple parecía estar muy seguro de que el proyecto que tenían entre manos iba a conseguir desbancar a una industria centenaria como es la de la relojería suiza.

Cuando el Apple Watch fue presentando, la red no tardó en llenarse de mofas y burlas hacia el comentario de Ive, asegurando que ese dispositivo nunca podría competir con relojes de alta gama como un Omega, Rolex o TAG Heuer. Y quizá lleven razón, pero lo cierto es que en estos momentos la industria relojera suiza no pasa por su mejor momento y la popularización de los smartwatch sería lo peor que les podría ocurrir.

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El gráfico que podéis ver justo arriba muestra los ingresos de los grandes grupos empresariales que conforman la industria relojera suiza. Como se puede apreciar, desde el tercer trimestre de 2013 viene aconteciendo un descenso generalizado de los ingresos con motivo de una importante caída en la venta de relojes tradicionales. Fossil, Movado, LVMH, Richemont o Swatch Group, ninguna escapa de esta situación, aunque sí es cierto que LVMH ha conseguido mejorar su situación con respecto a 2013.

Algunos analistas creen ahora que la llegada del Apple Watch al mercado podría ser «tremendamente perjudicial» para el mercado tradicional de los relojes, provocando como mínimo una situación generalizada de estancamiento. De hecho, algunos ya han rebajado las estimaciones de compañías como Fossil o Movado ante la espera estocada que podría asestar el reloj inteligente de la manzana al mercado relojero suizo.

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La llegada del Apple Watch no haría más que «aumentar la presión» en un mercado ya exprimido

De hecho, no se puede afirmar que el Apple Watch o lo smartwatch hayan perjudicado a la industria relojera suiza, pues la situación parte de 2013, momento en el que está categoría tecnológica contaba sólo con algunos pocos y malos ejemplares en el mercado. Sin embargo, la llegada del Watch en estos momentos al mercado sí podría «aumentar la presión» en un sector que parece encontrarse agotado.

Como leemos en iDownloadBlog, la llegada del smartwatch de la manzana podría tener efectos similares a los que tuvo la crisis del cuarzo en la década de los 70. De hecho, los primeros informes ya apuntan a que podrían haberse registrado 1 millón de reservas sólo en Estados Unidos durante las primeras 24 horas.

¿Qué os parece? ¿Acabará el tiempo dándole la razón a Jony Ive?