El Apple Watch lleva conmigo una semana y así han cambiado mis hábitos en todo este tiempo

El pasado viernes 26 de junio pude adquirir al fin mi Apple Watch Sport de 42mm, un producto del que comencé a escribir hace algo más de 1 año atrás cuando todavía no sabía ni de su existencia y que ahora tengo conmigo en el momento de escribir estas líneas. He podido pasar una semana con el Apple Watch y, aunque todavía es demasiado pronto para traeros un análisis completo del que poder extraer conclusiones claras, ya me voy haciendo una idea bastante clara de lo que este dispositivo aportará a mi vida.

Como estoy seguro de que muchos de los que me leéis también lleváis también unos días con el Apple Watch, os animo a escribir en la caja de comentarios y compartir vuestras sensaciones, pues debo reconocer que en el anterior artículo se creó un debate muy interesante entre muchos de vosotros.

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El Apple Watch encaja en tu rutina de forma natural, no puedes forzar su uso

Una de las primeras cosas que aprendí al tener el Apple Watch durante varios días es que es un dispositivo que encaja de forma natural en tu rutina y que es inútil forzar su uso. Este punto es quizá el más importante, y creo que el motivo de muchas decepciones de aquellos que compraron el Apple Watch pensando una cosa que no era.

No es un iPhone, no es un iPad, no es un dispositivo en el que consumir contenido, no es un dispositivo en el que estar horas frente a su pantalla. Su uso es esporádico, natural, conveniente, en el momento preciso. Mi Apple Watch es un acompañante, un acompañante inteligente sí, pero no deja de ser un complemento a nuestro teléfono.

El Apple Watch no deja de ser un dispositivo silencioso que está ahí acompañándote durante todo el día, proporcionándote píldoras de información en el momento adecuado, notificándote instantáneamente de aquello que más te importa, y controlando tu actividad para recordarte cada cierto tiempo lo bueno que es ejercitarse. Eso es el Apple Watch, no un dispositivo que reemplace a tu teléfono, no un dispositivo en el que contestar todos tus mensajes de WhatsApp, no un dispositivo que te reclame por más de un minuto.

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El Apple Watch me aporta seguridad

No sé vosotros, pero yo hasta ahora era la típica persona que solía perderme todas las llamadas, ya fuera porque llevaba el iPhone sin apenas volumen, porque el lugar ruidoso en el que me encontraba no me permitiría oírla, o simplemente porque mi teléfono se encontraba en un rincón de la casa y yo en otro. Eso se ha acabado con el Apple Watch.

Durante esta última semana he atendido a todas mis llamadas, algunas incluso directamente desde el reloj, y he podido estar al tanto de todas las notificaciones (contestando sólo aquellas que me interesaban). Algunos quizá puedan encontrar invasivo el hecho de que tu reloj esté constantemente vibrando, pero tras configurar concienzudamente las notificaciones que realmente me importan, os puedo asegurar que es una gozada despreocuparte de tu teléfono, andar por total libertad por la casa sin tener que llevarlo contigo a todas partes, sin tener que estar pendiente de él porque saber que de un momento a otro te van a llamar, todos esos problemas con el Apple Watch se acaban.

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El ecosistema de apps actual es pobre y mediocre

Pese a las más de 6.000 aplicaciones que hay ya disponibles para el Apple Watch, debo confesar que hasta el momento tengo poco más de 5 apps de terceros instaladas en el reloj. Este es quizá mi punto más crítico sobre el Apple Watch, su ecosistema de aplicaciones. Acostumbrado a la variedad y calidad del iPhone y iPad, la experiencia de las apps en el Apple Watch está siendo bastante decepcionante.

El aspecto más sangrante es la excesiva lentitud de muchas de ellas, es desesperante. Sé que este problema se resolverá con la llegada de watchOS 2 este otoño y las aplicaciones nativas, pero por el momento es un problema con el que debemos lidiar los poseedores del Watch. Otro punto negativo son los constantes fallos, cierres y cuelgues de las apps, en serio, ¿tanto costaba pulir una app que tan solo contiene un par de funciones básicas? Por último, la variedad, echo en falta muchísimas más aplicaciones que utilizo a diario -ya no hablemos del WhatsApp- y que le vendrían como anillo al dedo al Apple Watch.

Ahora bien, si queréis saber las pocas apps de terceros que me encantan para el Apple Watch, os diré que Citymapper es espectacular y tremendamente útil, ya os hablaré de ella en otro artículo, y que consultar tu Timeline de Twitter cuando vas en tren en hora punta sin tener que sacar tu iPhone del bolsillo también es una delicia.

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La opinión de la gente: «¿Pero eso tiene WhatsApp?»

Por último, quería añadir un punto a modo anecdótico que seguro que muchos de los que hemos comprado estos días el Apple Watch compartimos. Por favor, que levante la mano a quien le han preguntado: «¿Con eso puedes contestar el WhatsApp?», «¿Pero eso tiene WhatsApp?», y otras variantes. No, no tiene WhatsApp, contestas, mientras ves en su cara un pequeño gesto de decepción.

Cabe decir que prácticamente a la mayoría de las personas a las que le he enseñado el Apple Watch durante estos últimos días eran completamente profanas a esto de los relojes inteligentes, por lo que en cierta manera entiendo sus preguntas. «¿Y eso para que sirve?» Esta es otra de las preguntas que podrás encontrarte y en función del perfil tecnológico que posea la otra persona te será más o menos difícil explicar las virtudes del reloj.

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Conclusiones tras 1 semana de uso

El Apple Watch es exactamente lo que me esperaba, quizá con un ecosistema algo más pobre, pero no es nada que el tiempo no pueda solucionar. Todavía me quedan algunos días más para poder realizar el análisis que muchos de vosotros esperáis, pero creo que estas primeras impresiones están bien como aperitivo. Es hora de dejar este artículo, mi Apple Watch acaba de notificarme que llevo demasiado tiempo sentado y creo que me convendría estirar las piernas por un rato.

Y vosotros, ¿cómo está siendo esta primera semana con el Apple Watch?