La experta en moda Vanessa Friedman explica los motivos que le llevaron a deshacerse de su Apple Watch

Está claro que el Apple Watch no es un dispositivo para todos los públicos, de hecho, en el artículo de Guía de compra del Apple Watch explico el tipo de perfil que hay detrás del comprador del smartwatch de la manzana, algo a lo que os recomiendo echar un vistazo especialmente ahora que el dispositivo está a punto de llegar a nuestras tierras.

La semana pasada tuve la oportunidad de leer un interesante artículo en el New York Times, hablaba sobre el Apple Watch, pero curiosamente no se encontraba en la sección de tecnología, sino en la de moda. Su autora es Vanessa Friedman, una reconocida editora de moda, y nos explica los motivos que le han llevado a deshacerse de su Apple Watch, una lectura que quizá resulte de interés para muchos de vosotros que todavía estáis dudando si haceros o no con el smartwatch.

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Básicamente, Friedman se apoya en un argumento que puede resultar muy banal para unos pero importantes para otros: el Apple Watch sigue siendo un ordenador de muñeca y luce demasiado «friki». Muchos de vosotros ya desistiréis de leer el resto del artículo tras conocer su fundamento de fondo, pero veamos algunos de los pasajes que nos deja esta editora de moda:

«No importa lo atractivo que sea el Apple Watch en el contexto del resto de smartwatch o smartbands, no importa su estética avanzada de curvas redondeadas y pantalla rectangular, todavía sigue viéndose como un dispositivo. Especialmente para alguien, como yo, con muñecas relativamente pequeñas.»

Resulta curioso que critique el tamaño del Apple Watch cuando muchos usuarios que lo han comprado, entre ellos mujeres, se sorprendieron de lo pequeño que resulta el modelo de 38mm. Por supuesto, las medidas del reloj de la manzana, especialmente su grosor, son mejorables, aunque no será algo que veremos hasta próximas generaciones.

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Para esta editora de moda el Apple Watch sigue siendo un ordenador de muñeca para «frikis»

«Ver a alguien mirando su muñeca (o simplemente echando un rápido vistazo a ella) es algo completamente: (1) grosero o (2) friki.», explica la editora. «Esto no parece haber molestado a la mayoría de editores de tecnología, la mayoría de los cuales escribieron críticas positivas del dispositivo, basadas principalmente en lo que este podía hacer por ti. Y ciertamente son más sutiles que las Google Glass, aunque no estoy segura de que esto sea decir demasiado.»

La segunda crítica de Friedman parece ir encaminada hacia la funcionalidad del Apple Watch, aunque dudo que haya podido valorarla objetivamente después de techar de «friki» el mirar a tu muñeca o interactuar con el reloj. En definitiva, podéis leer el artículo completo aquí si estáis particularmente interesados en la visión de esta editora.

¿Os parecen acertadas sus opiniones?